EL PAN DEL CIELO … LA BASE DE LA SALUD

Por Samuel Caraballo-López

«Dio orden arriba a las nubes y abrió las compuertas del cielo;
hizo que les lloviese maná para comer y les sirvió un pan del cielo.
Un pan de héroes comió el hombre, les mandó provisiones hasta la hartura» (Salmo 78: 23-25)

INTRODUCCIÓN

El texto del 6 de agosto de 2023, undécimo domingo de Pentecostés, lo encontramos en el evangelio de Mateo 14: 13-21.  Este pasaje forma parte de una serie de milagros realizados alrededor del Lago de Galilea (Mateo 14: 13-36).  Esta colección de narrativas de milagros se incluyen los siguientes milagros:

(a) Primera multiplicación de panes y peces (14: 13-21),

(b) Jesús camina sobre el mar (14: 22-33) y,

(c) otros diversos milagros en Genesaret (14: 34-36).

Estos relatos provienen del evangelio de Marcos (6: 14-56), que en el caso de Mateo se interrumpe con el debate sobre la pureza (Mateo 15: 1-20). Luego del rechazo en Nazaret (Mt. 13: 53-58), Jesús vuelve a su vida normal en el área del Lago de Galilea. En esta etapa de su ministerio el trabajo de Jesús se limitaba a las orillas del Lago de Galilea.  Jesús frecuentaba la orilla del Lago porque en esta zona era donde se agolpaba la gente, convirtiendo el lugar en una especie de mercado de los productos del Lago.

De hecho, en esta zona también transcurría un movimiento de caravanas comerciales de diferentes pueblos del mediterráneo. La exposición de los galileos a otras culturas los hacía menos apegados a la religión judía, y más conocedores de cultos de otras regiones.  En Galilea predominaba el latifundio, y la mayoría de las fértiles tierras de la región pertenecían a Herodes, sus familiares o a ricos comerciantes vinculados a la realeza.  Una importante parte de la población de Galilea eran los griegos, que vivían, sobre todo del comercio y las industrias. 

La mayoría de los griegos, traídos por Herodes el Grande a Galilea, vivían en Séforis, Tolemaida, un puerto del mediterráneo, y en Tiberíades a orillas del Lago de Galilea.  Los griegos eran personas adineradas y cultas, que de ninguna forma querían cruzarse con los pobres.  Estos tuvieron el apoyo de Herodes y de sus sucesores. Su principal idioma era el griego, y tenían una vida paralela, pero distante a la de la mayoría de los galileos.

Por otro lado, la población mayoritaria de Galilea era predominantemente judía, hablaban arameo, y vivían en las zonas rurales, villas, y aldeas o en pequeñas poblaciones. Gran parte de las casas de esta población pobre eran en cuevas que el entorno geográfico proveía.

LA ALIMENTACION DE LAS MULTITUDES (Mateo 14: 13-21)

Cuando Jesús recibió la noticia, se retiró él solo en una barca a un lugar solitario. Las multitudes se enteraron y lo siguieron a pie desde los poblados. 14 Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos y sanó a los que estaban enfermos.

15 Al atardecer se le acercaron sus discípulos y dijeron:

—Este es un lugar apartado y ya se hace tarde. Despide a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren algo de comer.

16 —No tienen que irse —contestó Jesús—. Denles ustedes mismos de comer.

17 Ellos objetaron:

—No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados.

18 —Tráiganmelos acá —dijo Jesús.

19 Y mandó a la gente que se sentara sobre la hierba. Tomó los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos, quienes los repartieron a la gente. 20 Todos comieron hasta quedar satisfechos y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos que sobraron. 21 Los que comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños (Mateo 14: 13-21 NVI).

EXPLICACION DE LA NARRATIVA

La estructura de esta narrativa la podemos resumir en cuatro escenas.

  • Establecimiento del contexto del milagro (14: 13-14)
  • El diálogo entre Jesús y los discípulos (14: 15-18)
  • El milagro (Mateo 14: 19-20)
  • Comentario editorial sobre el numero de los alimentados (14: 21)

Es bueno observar que los primeros versos de este capítulo 14, se dedican a narrarnos cómo ocurrió la muerte de Juan el Bautista (Mateo 14: 1-12).  Una fiesta lujosa y llena de practicas licenciosas celebrada en el palacio de Herodes Antipas, sirve de contexto para la planificación y muerte del Profeta de Dios. 

Por otro lado, en los versos de esta segunda sección (Mateo 14: 13-21), se nos presenta una fiesta más simple, pero de ambiente más saludable, y que discutiremos a continuación.

Este es el primer pasaje de la alimentación milagrosa que aparece en Mateo (el segundo aparece en Mateo 15: 32-38).  De hecho, este evento se registra en los cuatro (4) evangelios con mucha similitud en cuanto a los detalles, pero con diferentes intenciones teológicas.  La consistencia de esta narrativa en los cuatro evangelios (4) refleja la forma que la narrativa oral se transmitió y se mantuvo evocada en los diferentes marcos de referencia.

Al comparar este evento con la segunda narrativa de la alimentación nos percatamos que el número de los afectados es diferente, junto a los panes y peces utilizados.  En esta narrativa la cantidad de alimento es de cinco (5) panes y dos (2) peces, mientras que en la segunda es de siete (7) panes y algunos pececillos (Mateo 15: 34).  En esta primera son alimentados cinco mil y en la segunda cuatro mil comensales. Sin embargo, en todas las narrativas de los evangelios sinópticos encontramos la misma secuencia en cuanto al milagro:

  • “Tomó el pan”
  • “Bendijo el pan”
  • “Partió el pan”
  • Dio el pan a los discípulos”
  • “y los discípulos a las multitudes”

De hecho, esta secuencia la encontramos en la institución de la Cena del Señor en el evangelio de Lucas:

Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio (Lucas 24: 30 NVI).

Esta secuencia demuestra que el milagro no es accidental, y nos sugiere que los evangelistas enmarcaron estos relatos de la alimentación para reflejar el ritual y la celebración de la Cena del Señor con la cual su audiencia primaria estaba familiarizado.

Habiendo establecido esto procedamos a mirar el texto de este domingo con más detalles. Un aspecto importante en el evangelio de Mateo es su énfasis en que el milagro ocurrió en un lugar solitario o desértico, posiblemente en la región de Bethsaida, apartado de la ciudad y privado (Mateo 14: 13).  No tenemos duda que este detalle vincula el milagro de la alimentación de los cinco mil con la experiencia del «maná» en el desierto (Éxodo 16: 4, 8, 12).  De hecho, esta analogía es utilizada por el evangelio de Juan cuando presenta el milagro de la multiplicación de los panes.

Nuestros antepasados comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Pan del cielo les dio a comer”.

32 —Les aseguro que no fue Moisés el que les dio a ustedes el pan del cielo —afirmó Jesús—. El que da el verdadero pan del cielo es mi Padre. 33 El pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.

34 —Señor —le pidieron—, danos siempre ese pan (Juan 6: 31-34 NVI).

El evangelio de Juan describe el “maná” como el pan del cielo que Dios le dio para comer a los hebreos en el desierto, y la alimentación milagrosa que ocurre en la región de Tiberíades (Juan 6: 1-13), Jesús la describe como un signo de la acción divina que representa su encarnación.

CONCLUSIÓN

Por consiguiente, en el evangelio de Mateo hay un contraste entre el banquete licencioso de Herodes y sus secuaces, que termina con la vida de Juan el bautista, y la celebración de la Cena pascual, representada por dicho milagro, y que es presidida por Jesús el benefactor de la humanidad. Mientras que, en el banquete de Herodes y sus secuaces, narrado en los primeros versículos, se planifica el asesinato de un profeta, en la fiesta de Jesús todos los seres humanos, sean pobres, extranjeros, esclavos, mujeres, niños y marginados, sin importar su raza, condición social o económica son invitados a participar en ella.  

Mientras que el banquete de Herodes hay un consumismo conspicuo con los bienes del pueblo, en el festival de Jesús hay alimentación adecuada y suficiente para cada uno de los participantes, aportada por el poder Dios de forma gratuita, sin mezquindad, y sin que nada se desperdicie.  

El alimentar al hambriento es uno de los milagros más pertinentes y necesarios para la vida en todas sus dimensiones. La falta de comida adecuada es un mal que origina, no solo enfermedades, sino guerras, contiendas y litigios, y ante todo deshumaniza a pueblos enteros.  Dar de comer es satisfacer la necesidad primaria de la vida tanto para los seres humanos, los animales y las plantas.  

No hay duda de que la base de la buena salud es la alimentación adecuada, la cual Dios desea para toda la raza humana.  Frente a la propuesta de los discípulos (y muchas veces nuestra) de despachar a la gente para que vaya y según sus ingresos (o no ingresos) compre los alimentos que puedan (Mt. 14: 15), Jesús propone que se les de alimento de acuerdo con su realidad y necesidad (14: 16).  

Jesús instaura un nuevo sistema de atención comunitaria, en la que cada cual es alimentado de acuerdo con su necesidad y particularidad, y sin preferencia jerárquica (todos se recuestan sobre la hierba).  Todos se sentaron para comer lo mismo, pero de acuerdo con la realidad particular de cada cual.   Me imagino que Jesús consideró las dietas especiales de cada cual al hacer este milagro.

Mientras que en el palacio real de Herodes las mujeres y los niños son cosificados, en este banquete de Jesús, las personas son validadas, consideradas y satisfechas en sus necesidades primarias en forma igualitaria en medio de una sociedad cuyo orden estratificado es injusto.

Es el banquete de la salvación que es una, pero que se particulariza de acuerdo con las necesidades de cada ser humano.  Son los dones de Dios que son repartidos según la voluntad del Espíritu y en armonía con la necesidad de cada cual (1 Pedro 4: 10-11). Jesús afirma un espacio común de salvación mediante la fe en Él, en la que se invita a todo ser todo ser humano a participar de las bendiciones del reino de los cielos (Mateo 11: 28-30). Muchas bendiciones.

Bibliografía

France, R. T. The Gospel of Matthew. Grand Rapids, Michigan: William B. Eerdmans Publishing Company, 2007.

Pikaza-Ibarrondo, Xavier. El evangelio de Mateo. De Jesús a la Iglesia. Estella (Navarra): Editorial Verbo Divino, 2017.

Wilson, Walter T.  The Gospel of Matthew, vol. 2. Grand Rapids, Michigan: William B. Eerdmans Publishing Company, 2022

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