¿Cuánto pesa ser comunidad?

comunidadpalabra

Por Samuel Caraballo-López

INTRODUCCIÓN

Dada los eventos que se han dado en estos días con relación a dos sismos de 7.8 y 7.5 de magnitud en la escala Richter, en Turquía y Siria, estuve en la disyuntiva de escribir o no del texto del calendario eclesiástico correspondiente al 12 de febrero de 2023, sexto domingo después de epifanía.  Sin embargo, decidí permitirle al texto que me confrontara, y que a su vez confronte a toda la comunidad a la que Dios me ha unido por medio de Jesucristo.  Así que mi querido lector, cuando estoy analizando el texto de la semana, mis dedos están apuntando hacia ti y hacia mí.

DESARROLLO

Encontramos el texto en el Evangelio según Mateo 5: 21-37, muy especialmente los versos 21-24, y que forman parte del Sermón de la montaña. Los versos 27-37, que enfocan asuntos de vital importancia para nuestro mundo, serán discutidos en el otro artículo que aparece en este blog y te invito a considerar.

El Sermón de la montaña, como hemos mencionado en otros escritos, es un acto de protesta de Jesús en contra del orden que regía en su época, tanto político, socio-económico y religioso.  El mensaje del reino de los cielos que Jesús proclamó y encarnó es precisamente una nueva forma imaginativa de ver y nombrar la realidad y, por lo tanto, una nueva forma de ser, vivir y actuar en el mundo.

LA NUEVA FORMA DE VIVIR EN EL REINO DE LOS CIELOS

Los textos bajo consideración son parte de la sección conocida como la “ética del nuevo legislador”[i]. Jesús en esta perícopa está profundizando, confrontando, y corrigiendo las enseñanzas de la Ley de Moisés, declarando que el enojarse y ofender al hermano es semejante al asesinar, y que sentir deseos lujuriosos hacia una mujer que no es mi esposa, es igual que el cometer adulterio, y que las enseñanzas de Moisés sobre el divorcio eran contrarias a los principios divinos. El Jesús que vemos en el Sermón de la Montaña, se nos parece, más que a Moisés, al Dios que habló en el Sinaí, y es desde esa perspectiva que tenemos que validar sus enseñanzas.

Mi interés es atender el asunto sobre la vida en comunidad que plantea Jesús en el texto de hoy:

«Habéis oído que se dijo a los antepasados: “No mataras” y: “Cualquiera que cometa homicidio será culpable ante la corte.” Pero yo os digo que todo aquel que esté enojado con su hermano será culpable ante la corte; y cualquiera que diga: “Raca” a su hermano, será culpable delante de la corte suprema; y cualquiera que diga: “Idiota”, será reo del infierno de fuego. Por tanto, si estás presentando tu ofrenda en el altar, allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.» (Mateo 5: 21-24, LBLA).

En este pasaje se presenta una figura retórica que llamamos hipérbole, y que por ser una exageración tiene como intención agregar intensidad y pasión a lo que se dice. La ira, aunque no es objeto de acción legal, es la pasión que usualmente está detrás de los atentados contra la vida humana o no humana [ii].  Jesús nos dice que esa ira es una acción tan culpable como el asesinato mismo. Aún las expresiones de enojo manifestadas en nuestro lenguaje contra un hermano, sin acción violenta, son reprobadas por la nueva ética de Jesús. No hay duda que Jesús está reformulando la Ley de Moisés.

Observe en el texto mencionado (verso 22) como el enojo expresado por medio de las palabras va creciendo en consecuencias; comenzando con el ser culpable en la corte local (krisis), luego hasta la corte suprema o sanedrín (synedrion), y termina hasta el el infierno de fuego o castigo final (gehena) que corresponde a Dios.  Los ejemplos presentados en el texto con respecto a la palabra “Raka” o “loco”  y la expresión “idiota” o “imbécil” dramatizan el efecto dañino que tiene el uso de las palabras motivadas por el enojo sobre la vida de las personas y grupos.

Jesus prohíbe de forma absoluta el usar lenguaje insultante contra el hermano, porque este es motivado por la falta de amor y misericordia. Ahora bien, ¿Qué hacer para superar esta falta de amor y compasión? Cuando incurrimos en estos actos de ira o rencor, que redundan en ofensas, la única alternativa propuesta por Jesús es la reconciliación, “ve y reconcíliate primero”.  Las directrices del Nuevo Legislador son claras y firmes (versos 23 y 24).

LA VIDA EN LA COMUNIDAD DE LOS HERMANOS

Para un judío el deber de celebrar culto a Dios es la acción más sagrada.  Sin embargo, para Jesús las relaciones fraternales en la comunidad están sobre los deberes cultuales, lo que constituye una nueva re-formulación de la Ley.  Jesús es claro, no importa quien haya provocado la ira o el rencor, el deber es la reconciliación, tanto para el que la provoca como para el que se resiente.  ¡Así de importante es la vida de comunidad para Jesús!

La Dra. Karoline M. Lewis, profesora de Luther Seminary en Saint Paul, Minnesota (USA) , en la publicación semanal de dicha institución[iii], plantea a la luz del pasaje bíblico aludido, que “nadie es discípulo para sí mismo, sino por y para el bien de aquellos que están a su alrededor.”[iv] Cada discípulo tiene una responsabilidad para con la comunidad que llamamos la iglesia, tanto en su manifestación local como global. 

Nada de lo que decimos y hacemos como discípulos es una acción absolutamente autónoma.  Deseemos o no, cada acción tiene un efecto en aquellos que nos rodean. Si nos hacemos conscientes que hay otros creyentes que pueden ser afectados positiva o negativamente por mis palabras y acciones, es muy posible que esto provoque cambios en la manera de vivir y servir en la comunidad cristiana.

Me impresiona la declaración de Jesús en estos versos estudiados (Mateo 5: 21-24). Cuando somos parte de una comunidad cristiana, seamos líderes o miembros, el texto bíblico nos impone ciertos controles y equilibrios.  Cuando somos líderes, sea de alta, intermedia o menor jerarquía, no podemos estar ajenos a la realidad de la comunidad que dirigimos.  Nuestras palabras y acciones pueden poner en juego la estabilidad y futuro de una comunidad.  Tanto los líderes como los miembros de la iglesia no pueden tomar decisiones sin antes considerar su efecto para la vida de los constituyentes. El pensar que mis decisiones son autónomas, y que simplemente por que soy el líder las puedo tomar, es la señal más clara de la inmadurez.

jesus-en-medio-de-su-pueblo

Al tomar decisiones, sea basada en datos, percepciones, opiniones o valores, no podemos olvidar en ningún momento, que no estamos solos, y que además de otros discípulos, Jesús el Señor se encuentra allí — «donde están dos o más reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mateo 18: 20 LBLA). Es de vital importancia que entendamos, que Jesús nos está llamando la atención para que nos percatemos que mis acciones como seguidor de Jesucristo tienen un efecto (positivo, negativo o neutral) para los que están sentados a mi lado cada domingo, y para aquellos que pueden estar sentados “más lejos” de mí, sea que formen parte o no de la Iglesia del Señor Jesucristo.

Jesús nos dice que las acciones que realizamos en la semana «gritan» como testimonio para creyentes o no creyentes. Tus acciones y decisiones en medio del quehacer diario son una revelación de ti mismo, de lo que has creído, y esto a su vez da a conocer al Dios que dices servir y a la comunidad en la que profesas tu fe.  La comunidad no la hace la organización religiosa sino los discípulos de Jesucristo que viven a diario su fe para dar a conocer el reino de Dios.  ¡Eso, mi querido lector, es la iglesia!

Karolin Lewis nos repite en un claro “español” (sin saberlo): «Cuando empezamos a pensar y comprender que nuestras acciones no sólo revelan quiénes somos, sino también a las comunidades de las que formamos parte, comenzamos a sentir el peso de lo que significa ser miembro de una comunidad.”[v]

CONCLUSIÓN

Ahora bien, lo dicho anteriormente nos puede consternar, pero junto con este sentir hay también esperanza. Ser parte de una comunidad de fe, significa no estar solo. Esta declaración es sumamente importante, no hay manera o forma en que podamos desarrollar nuestro potencial como discípulos, viviendo en aislamiento.  Inclusive no podemos cumplir con los requerimientos de la Gran Comisión, ni desarrollar nuestros dones ministeriales, ni enfrentar los ataques del mal, ni siquiera sobrevivir en medio de un mundo hostil, sino somos ayudados por otros hermanos.  ES IMPOSIBLE CUMPLIR CON LA MISIÓN DE CRISTO AISLADOS DE OTRAS COMUNIDADES DE FE.

Lamentablemente vivimos en un sistema capitalista que promueve y recompensa el individualismo, la autonomía y la independencia.  ¡Pero entre nosotros no puede ser así! (Mateo 20: 26).  Hoy más que nunca hay que predicar la unidad, la comunidad, la interdependencia y el compañerismo cristiano.  Es urgente que defendamos lo que es medular en este momento de la historia…unidad en la diversidad. ¿Por qué? Porque esto es un desafío a la división que encontramos en este bendito planeta.

Cuando entendamos que Jesús está en medio de nosotros por su Espíritu, no sólo seremos transformados por esa verdad, sino que emperezaremos a darnos cuenta de que no somos simplemente miembros de la comunidad, sino que somos formados por, y a su vez formadores de, esa comunidad que llamamos la iglesia, en la que Cristo siempre es la cabeza.  ¡Muchas bendiciones!

Notas Finales:

[i] Raymond E. Brown. Introducción al Nuevo Testamento . Traducción de Antonio Piñero (Madrid:  Editorial Trotta, 2002), 256.

[ii] Raymond E. Brown, Joseph A. Fitzmayer y Roland E. Murphy. Comentario San Jerónimo, Tomo III, (Madrid:  Ediciones Cristiandad, 1972), 186-187.

[iii] Karoline M. Lewis.  “Commentary on Matthew 5: 21-37”, February 12, 2017, Accesado el 9 de febrero de 2017 en http://www.workingpreacher.org/preaching.aspx?commentary_id=3157

[iv] Ibid.

[v]Ibid.

Bibliografía

Brown, Raymond E. Introducción al Nuevo Testamento . Traducción de Antonio Piñero. Madrid:  Editorial Trotta, 2002.

Brown, Raymond E., Joseph A. Fitzmayer y Roland E. Murphy. Comentario San Jerónimo, Tomo III. Madrid:  Ediciones Cristiandad, 1972.

France, R. T.  The Gospel of Matthew. Grand Rapids, Michigan: William B. Eerdemans Publishing Company, 2007.

Lewis, Karoline M.   “Commentary on Matthew 5: 21-37” en Working Preacher. February 12, 2017, Accesado el 9 de febrero de 2017 en http://www.workingpreacher.org/preaching.aspx?commentary_id=3157

Sicre Díaz, José Luis. El evangelio de Mateo: un drama con final feliz. Estella (Navarra), España: Editorial Verbo Divino, 2019. eLibro.

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