¿Juicio de Dios … o «capricho» del profeta?

juicio de Dios 4

Por Samuel Caraballo-López

…al justo se le pagará con justicia y al malvado se le pagará con maldad (Ezequiel 18:20).

INTRODUCCIÓN

En los últimos años he escuchado todo tipo de “profecías” sobre terremotos, tsunamis, meteoros que caen del cielo, epidemias, sequías, inundaciones, falta de alimentos, y que otras cosas extraordinarias, que pretenden asustar al más valiente.  Aunque me había negado hasta hoy a darles foro a estos “videntes apocalípticos”, tengo la obligación moral y pastoral de denunciar estas prácticas, y brindar orientación a mis queridos lectores.

Los «profetas» que anuncian juicios divinos sobre el país, y que, según ellos afectarán a todos por igual, sean justos, injustos, inocentes y culpables, no conocen  una pizca del carácter de Dios. El tratar de atribuir a Dios la posibilidad de un juicio sobre todo un país, sin considerar la particularidad de la conducta individual de sus habitantes, es no conocer el carácter amoroso y justo de Dios, y mucho menos su dimensión compasiva.  Ahora bien tenemos que reconocer que en los casos en que en las Sagradas Escrituras hablan de actos de juicios divinos sobre la totalidad de los pueblos e individuos en un lugar geográfico particular, estos se justifican por la prevalente conducta degenerada que manifiestan los afectados (vea Génesis 6: 1-8; Sofonías 3: 1-8).

DESARROLLO

(a) El juicio divino supeditado a la conducta humana

El Profeta Jeremías (contemporáneo de Sofonías) en su oráculo de juicio contra el reino de Judá expresa lo siguiente:

“Recorran las calles de Jerusalén, observen con cuidado, busquen por las plazas.  Si encuentran una sola persona que practique la justicia y busque la verdad, yo perdonaré a esta ciudad” (Jeremías 5:1).

Este principio presentado por YHVH en la perícopa anterior, es dramatizado en el diálogo intercesor de Abraham ante la posible destrucción de Sodoma y Gomorra, y que enseña que el juicio divino  está supeditado a la conducta individual de los seres humanos bajo escrutinio:

23 Entonces se acercó al Señor y le dijo:

—¿De veras vas a exterminar al justo junto con el malvado? 24 Quizá haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Exterminarás a todos, y no perdonarás a ese lugar por amor a los cincuenta justos que allí hay? 25 ¡Lejos de ti el hacer tal cosa! ¿Matar al justo junto con el malvado, y que ambos sean tratados de la misma manera? ¡Jamás hagas tal cosa! Tú, que eres el Juez de toda la tierra, ¿no harás justicia?

26 El Señor le respondió:

—Si encuentro cincuenta justos en Sodoma, por ellos perdonaré a toda la ciudad.

27 Abraham le dijo:

—Reconozco que he sido muy atrevido al dirigirme a mi Señor, yo, que apenas soy polvo y ceniza. 28 Pero tal vez falten cinco justos para completar los cincuenta. ¿Destruirás a toda la ciudad si faltan esos cinco?

—Si encuentro cuarenta y cinco justos no la destruiré —contestó el Señor.

29 Pero Abraham insistió:

—Tal vez se encuentren solo cuarenta.

—Por esos cuarenta justos, no destruiré la ciudad —respondió el Señor.

30 Abraham volvió a insistir:

—No se enoje mi Señor, pero permítame seguir hablando. Tal vez se encuentren solo treinta.

—No lo haré si encuentro allí a esos treinta —contestó el Señor.

31 Abraham siguió insistiendo:

—Sé que he sido muy atrevido en hablarle así a mi Señor, pero tal vez se encuentren solo veinte.

—Por esos veinte no la destruiré.

32 Abraham volvió a decir:

—No se enoje mi Señor, pero permítame hablar una vez más. Tal vez se encuentren solo diez…

—Aun por esos diez no la destruiré —respondió el Señor por última vez.

33 Cuando el Señor terminó de hablar con Abraham, se fue de allí, y Abraham regresó a su carpa (Génesis 18: 23-33 NVI).

Los versos anteriores ilustran la intención de Dios de actuar en justicia con los individuos y los pueblos.  El juicio divino no se manifiesta sobre un pueblo, a menos que la inmensa mayoría de sus constituyentes vivan de espaldas a Dios, y se resistan al arrepentimiento.  Por consiguiente, cuando la intención de Dios es emitir juicio sobre una nación por la generalización de la iniquidad y el pecado en ésta, los justos, aunque sean pocos, serán advertidos y removidos por Dios para que el castigo no les alcance (vea Génesis 6: 12-18; 19: 12-13; Josué 6: 22-25).

(b) Las catástrofes naturales o por causas antropogénicas vs. juicio divino

No podemos negar que pueden ocurrir eventos naturales o antropogénicos catastróficos, que pueden causar la muerte de miles de inocentes, pero estos no pueden ser atribuidos necesariamente al juicio divino.  La  creación, aunque es el producto de la acción de Dios (Colosenses 1: 16), tiene funciones y acciones inherentes a su naturaleza, que no son necesariamente «controlados» por su Creador. Este descontrol de los procesos naturales, Israel lo reconoció como el «caos» (Salmo 46: 3-4; 29: 10). El profesor de la Escuela de Divinidad de Harvard, Jon D. Levenson, ha demostrado en sus estudios de la Biblia Hebrea que el «caos» todavía esta presente y no ha sido aún domeñado por YHVH [1]. Es notable observar que dentro de la autoridad recibida por los seguidores de Jesús no está el control de las fuerzas naturales (vea Marcos 16: 15-18; Mateo 10: 8)

Los movimientos sísmicos, la traslación de las placas tectónicas ocurrirán de todas formas, haya personas o no.  Los huracanes y tifones ocurren por las dinámicas del clima y la naturaleza del Planeta Tierra.  Estos y otros eventos naturales han ocurrido desde que existe el Planeta, inclusive antes de los seres humanos poblar las diversas regiones del globo terráqueo.

Sistema de placas tectónicas del planeta

(c) ¿Juicio divino como consecuencia del pecado de otros?

Los Profetas Jeremías y a Ezequiel respondieron a las  severas críticas hechas por los Israelitas al sugerir que el juicio de Dios, especialmente el exilio babilónico, se debía al pecado de pasadas generaciones, y eso lo consideraban injusto. Los profetas declaran verdades eternas sobre el asunto:

En aquellos días no dirán mas: “Los padres comieron las uvas agrias y a los hijos les da dentera, sino que cada cual morirá por su propia maldad; a todo aquel que coma uvas agrias le dará dentera» (Jeremías 31: 29-30).

«El alma que peque, esa morirá.  El hijo no llevará el pecado del padre ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo recaerá sobre él y la impiedad del impío recaerá sobre él» (Ezequiel 18: 20).

El Profeta Zacarías,  en el regreso del exilio babilónico nos demuestra cuál es el actuar de Dios que mejor expresa su justicia.  En la visión del rollo volante (Zacarías 5:1-4), el profeta ve que dicho objeto visita las casas de los que practican el robo y la mentira.  Este rollo no visita al pueblo en general, solo a los que practican estas cosas.  Esta visión de Zacarías es congruente con la enseñanza de los profetas y de Jesús; cada ser humano será juzgado por sus actos, y ante Dios, jamás pagarán los justos por los pecadores.

CONCLUSIÓN

Los actos catastróficos naturales que ocurren en el mundo, no son resultados del juicio de Dios por el pecado de muchos, sino la gran oportunidad que tiene la iglesia para manifestar el amor, compasión y misericordia de Dios sobre la creación.  Dicho esto en el lenguaje de Jesús; las desgracias humanas son las oportunidades que tenemos para manifestar la gloria de Dios en pueblos e individuos (Juan 9: 3).

Las Palabras de Jesús a los saduceos ignorantes  de la resurrección,  vuelven a expresarse, pero dirigidas a estos “profetas” del desastre: ¡Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios! (Mateo 22:29).  !Muchas bendiciones!

Notas:

[1] Jon D. Levenson, Creation and The Persistence of Evil. The Jewish Drama of Divine Omnipotence. Princeton, New Jersey: Princeton University Press, 1994.

2 respuestas a «¿Juicio de Dios … o «capricho» del profeta?»

Deja un comentario

SIN MIEDO A PENSAR

Inspiración para una vida congruente.

Diario Mineño en La Voz del Bayatabo

Blog de los Periodistas de Radio La Voz del Bayatabo, desde Minas, Camagüey, Cuba

Cristianos en la Ciencia

Integrando la fe con el conocimiento del mundo natural

Explorando la fe

Un sitio para sumergirnos en la búsqueda de respuestas espirituales y existenciales desde un punto de vista cristiano y bíblico.

Páginas

"Mira que estoy a la puerta y llamo..." (Ap 3,20)

Poesias y sentimientos

Laura Muñoz Amarillo | Poeta de poesías y sentimientos. Nací en la bella ciudad de Elda, provincia de Alicante en España un 10 de Julio de 1937 y estos son mis escritos desde el corazón.

Isabel Montero Garrido

Epifanía en la luna

ALQUIMIA POEMAS BONITOS 🦄

Poesías sensuales y de supra-sexo. SONETOS maravillosos. HAIKUS y SENRYUS. El cáncer en poemas. + de 1.000 entradas.

Desde mi Salón

una experiencia compartida para una sociedad de futuro

Luis Alberto Jovel

A menos que no esté convencido mediante el testimonio de las Escrituras o por razones evidentes —ya que no confío en Apostoles, Profetas-Pseudoapologetas-Escatologos-Judaizantes, ni en su Revelaciones, debido a que ellos han errado continuamente y se han contradicho— me mantengo firme en las Escrituras a las que he adoptado como mi guía. Mi conciencia es prisionera de la Palabra de Dios, y no puedo ni quiero revocar nada reconociendo que no es seguro o correcto actuar contra la conciencia. Que Dios me ayude. Amén.

Pensamiento Pentecostal Arminiano

En defensa de la sana doctrina: Creados para honrar a Cristo como Señor en nuestros corazones. Estando siempre preparados para responder a todo el que nos pida razón de la esperanza que hay en nosotros. (1 Pedro 3:15)