Por Samuel Caraballo-López
Encontré esta oración en un portal titulado Pensamientos y Reflexiones de la Vida (http://pensamientosonline.com), y me pareció excelente patrón para construir mi propia oración de comienzos del año. Luego de ciertas adaptaciones a mi realidad, la comparto contigo para que pueda servirte de referencia para hacer tu propia oración. Cuando oramos nos comprometemos con lo que oramos. En lugar de hacer resoluciones, construye oraciones que puedas presentar a Dios todos los días, y te sirvan de molde o camino para la transformación que deseas. Toda transformación es el resultado de la acción de Dios en nosotros, sin embargo los moldes para que el “cemento” del Espíritu y la Palabra forme el nuevo edificio, los instalamos con nuestra disciplina de oración, reflexión y estudio.
Esta oración que te comparto a continuación representa mi anhelo de transformación para este año y los subsiguientes. Espero que sea de inspiración para ti como ha sido para mí. ¡Muchas Bendiciones en este nuevo año!
Buen Padre Celestial, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,
tu eres el mismo hoy, ayer, mañana y siempre.
Al terminar este año, quiero darte gracias
por todo aquello que recibí de TI.
Gracias por la vida y el amor, por las plantas y animales,
el aire y el sol, por la alegría y la tristeza, por cuanto
fue posible y por lo que no fue.
Pongo a tus pies cuanto hice en este año, el trabajo que
pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos
y lo que con ellas pude construir.
Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, muy especialmente mi familia.
Te presento a las amistades nuevas y las antiguas,
los más cercanos y los más lejanos,
los que me acompañaron y extendieron su mano y aquellos a los que pude asistir,
con los que compartí la vida, el trabajo, las luchas,
el dolor y la alegría.
Pero también, Señor hoy quiero solicitar tu perdón,
perdón por el tiempo perdido y el mal usado, por los recursos mal gastados,
por la palabra ociosa y el amor desperdiciado.
Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,
y perdón por vivir en ocasiones sin entusiasmo.
Perdón, también por la oración que poco a poco fui aplazando
y que no tuve el valor de presentarte.
Por todos mis olvidos, descuidos y silencios
nuevamente te pido perdón.
Hoy iniciamos un nuevo año
y detengo mi vida ante el nuevo calendario
aún sin estrenar y te presento estos días
que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.
Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría,
la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo, valor y bondad
llevando a todas partes un corazón lleno
de compasión, comprensión y paz.
Cierra Tú mis oídos a toda falsedad y mis labios
a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es justo, verdadero, honesto,
lo amable, todo lo que es bueno, y que mi espíritu se llene de toda virtud
y las derrame a mi paso.
Permíteme ser un instrumento de esperanza, conciencia y alegría para que,
cuantos conviven conmigo, compartan o se acerquen o me acerque,
encuentren en mi vida un poquito de TI.
Danos un año de bendición y enséñanos
a conocer y vivir tu propósito y voluntad durante este año.
Por Jesucristo, Amén